El sol había alzado su luz en el mundo, en la cocina de un piso de la ciudad de san francisco una mujer estaba preparando el desayuno para sus hijas.
Peyton: buenos días mamá – la chica es Peyton, una chica morena con los ojos claros, vestida con unos pantalones pitillos, con camiseta ancha, y chaqueta de cuero. Era siempre la primera en levantarse y ayudar a su madre con el desayuno. – ¿en qué puedo ayudarte?
Madre: Peyton no tienes que ayudarme.
Peyton: tú me dijiste que siempre te levantabas a esta hora.
Madre: si pero para ayudar a mi abuela.
Peyton: pues yo te ayudo a ti.
La madre mira a su hija, y le recuerda aquellos años, cuando vivía con su abuela.
Peyton: mama recuerda que esta tarde estaré con Ted estudiando.
Madre: ya… yo también estudiaba mucho con tu padre.
La puerta de la cocina se abre y entra Patricia, la segunda hermana. Una joven morena, de piel blanca, lleva varias pulseras de distintos colores y tamaños, con una camiseta de manga larga blanca remangada.
Patty: hola mama – le da un beso en la mejilla
Madre: buenos días princesa
Patty: mama hoy tengo clase de pintura llegare a las siete.
Madre: perfecto cielo
Peyton: P.J. sigue durmiendo?
Patty la mira desconcertada: yo creía que ya se había levantado, en su cama no había nadie – las dos hermanas se miraron, se giraron en busca de una respuesta de su madre, cuando oyeron la puerta de la entrada. Se asomaron y una chica morena, vestida con una chaqueta de cuero, una camiseta blanca, con muchísimos colgantes, unos pitillos negros y botines, entraba por la puerta sin hacer el menor ruido.
Madre: Penélope Juliana Trudeau ¿crees que son horas de llegar?
P.J.: joder mama si estamos en fin de semana
Peyton: estamos en martes
P.J.: Tú calla…
Peyton ¡¿tú eres tonta no niña?!
P.J.: ¿y tu una arpía?
Patty silbó alto: dejadlo ya
La madre puso los ojos en blanco. Entra por la puerta un hombre moreno, trajeado.
Peyton y Patty: hola Pa!
P.J.: ósea, el llega a estas horas y le decís ola pa… y a mi casi me arrancáis el cuello.
Las hermanas la miran con cierto desprecio
Peyton: me voy que me espera Ted. – le da un beso a sus padres y sale por la puerta – adiós
Patty la sigue y repite lo mismo que su hermana – adiós, os quiero.
P.J.: po vale…
Madre: tu… señorita. No creas que te libras de la charla
P.J.: ¡que si! Joder vivo en una cárcel – mira a su padre – asta tengo poli propio… - coge la mochila y se dirige a la puerta.
Madre: no piensas cambiarte?
P.J.: NO – cerró la puerta dando un portazo
Madre: ¡Dios! Esta niña. Ahora entiendo a mi pobre abuela, cuando nos criaba, sobre todo ahora que tengo una pequeña…
Padre: Phoebe?
Madre puso los ojos en blanco y suspiro: si – padre le abraza.
Padre: Prue, ya sé que ya lo hemos hablado. Pero… por que no les cuentas a las niñas sobre tus hermanas y su herencia.
Prue: claro… ¿Andy estas tonto? Ahora que estamos llevando una vida normal sin demonios ni nada. No les voy a soltar la bomba. Además mis hermanas piensan que estoy muerta y mejor así.
Mientras en el coche, las hermanas Trudeau discutían
Peyton: yo alucino contigo P.J., te pasas la vida de fiesta sin responsabilidades, y te importa todo una mierda.
P.J.: por favor Peyton déjame en paz – decía mientras se tumbaba en la parte de atrás des coche, y colocándose las gafas de sol – eres demasiado estirada. Te pareces demasiado a mamá. Seguro que ella también era una sosa a nuestra edad
Patty: P.J… - la mediana de las tres intentaba que no saliera fuego de esas palabras por que por una vez quería llegar al instituto sin que hubiera problemas.
Peyton: eres gilipollas – está claro que ese día no era hoy – ¿y tú que sabes cómo soy? ¿O como era mama? Si no ves más allá de tus narices.
Patty: pero ahora que lo pienso de mama no sabemos muchas cosas.
Peyton: ¿Qué dices? Sabemos que se crio con su abuela, aquí en Los Ángeles, que fue al mismo instituto que nosotras, que salió con tres chicos y que al final se caso con papa. Fin.
P.J.: si pero como se llaman nuestra abuela, su bisabuela… no sabemos nada de ningún familiar. Quizás hasta tengamos primos, tíos… tías.
Llegan al aparcamiento del instituto. Y allí les espera Ted Smith, el novio de Peyton. El chico rubio, atlético se dirigió a su novia dándole un beso largo y apasionado.
P.J.: genial… ahora si voy a vomitar.
Peyton se separa de su novio para mirar mal a su hermana, l cual continuaba poniendo cara de asco.
Patty: Peyton pocas veces estoy de acuerdo con nuestra hermana. Pero en esto sí. Esperaos a que nos vayamos.
Peyton: ignóralas. ¿Nos vemos esta tarde?
Ted: se me olvido decirte que tenia entreno… ¿nos vemos mañana?
Peyton le miraba disgustada pero acepto con la cabeza.
Patty: genial así podrás venir a buscarme después de mi clase de arte ¿no? – Peyton le iba a contestar con un no – a no ser que me dejes tu coche y así no tengas que dar tantas vueltas.
Peyton: ni de coña te paso a buscar.
Patty: genial. – Vio a su amiga Joanna, su mejor amiga desde siempre, una chica morena de ojos claros, es parecida a Patty, pero a la vez lo contrario a ella – ¡Jojo, espera! Adiós chicas… Ted – algo en aquel chico no le gustaba ha Patty. – hola guapa. Me acompañas esta tarde a clase de arte
Jojo: ni en coña, yo después de clase me tumbare en mi cama y hasta mañana por la mañana.
Patty: eres una vaga… venga acompáñame que tengo muchos trastos – la chica se iba a negras, pero Patty fue más rápida - te invito a una coca cola
Jojo: cámbialo por un helado y hecho. – Patty acepto y entraron riendo a clase.
Prue llegaba de trabajar y de hacer la compra, llego justo a la puerta de su apartamento, y en el del frente, se encontraba una mujer pelirroja, con un montón de cosas, cuando las llaves se le cayeron, Prue las recogió, y le abrió la puerta.
Anna: gracias
Prue: de nada – le sonrió – soy Prudence Trudeau
Anna: yo Anna Webster – ha Prue ese nombre le recordaba algo pero no sabía a qué. – te daría la mano, pero con todo lo que tengo aquí no puedo.
Prue: tranquila déjame ayudarte
Después de una larga charla Anna invito a Prue y su familia a cenar esa noche en cuanto salió Prue por la puerta, la cara de Anna cambio y una sonrisa maliciosa se dibujo
Peyton entra por la puerta del apartamento, en el que vive con su familia
Prue: hola cariño ¿Qué haces aquí?... ¿y Ted?
Peyton: Ted, tenía entrenamiento de football
Prue: oh… ¿has ido a buscar a tu hermana?
Peyton: ¿hermana? ¿Qué hermana?
Prue: Peyton… hablo de tu hermana, la única que normalmente pasas a buscar… - su hija la miraba buscando la respuesta – Tu hermana patricia mujer.
Peyton: ups!
Cuando Peyton se disponía a salir para ir a buscar a su hermana, ella entraba por la puerta. Con todos sus artilugios, sudando y con los pelos hechos un desastre.
Patty: tu…
Peyton: paaaaatty… lo siento yo…
Patty: llevo 20 manzanas andando, me subido a dos autobuses y luego otras 2 manzanas mas. Solo para llegar y encontrar a mi hermana sentada en el sofá… - para un momento para recoger aire - ¿sabes lo que pesan estos trastos?
Peyton: lo siento… - se puso la televisión. Patty deja las cosas en el suelo y se va dirección a su hermana para matarla, cuando se pone por medio, su madre
Prue: ya val. Vuestro padre ha ido a recoger a P.J., arreglaos porque esta noche cenamos fuera – las chicas se la quedan mirando preguntando donde – en casa de la vecina nueva.
Peyton: pero yo espero la llamada de Ted. ¿Tengo que ir?
Patty: y yo estoy muerta mama
Prue: y yo tengo 3 hijas quejicas que si no se cambian ya, dos de ellas pueden acabar castigadas – las dos hermanas pusieron los ojos en blanco, dirección a sus habitaciones – niñas… hacéis acto de presencia y soltamos una escusa de exámenes o algo y volvéis. Yo y mis hermanas, también odiábamos cuando mi abuela invitaba a cenar a gente desconocida. – Patty miro rápidamente a Peyton y ella le devolvió la mirada. ¿Acababa de decir hermanas?
Llego la noche y la familia Trudeau esperaba delante de la puerta. Al abrirla Anna Webster, vestida con un vestido azul claro, el pelo rizado, con un litro de colonia puesta, les sonreía
Anna: bienvenidos, pensaba que esta noche mi marido iba estar pero llegara un poco más tarde. Tú debes de ser Andrew
Andy: encantado, pero llámame Andy
Anna: por supuesto… Andy. Y estas deben de ser vuestras hijas
Prue: si, esta es la mayor Peyton, la mediana Patty y la pequeña P.J.
Anna: ¿P.J.? Como Prue Jr?
Prue: no… como Penélope Juliana.
Anna: suena como si fuera el nombre de tu abuela – P.J. le sonrió, pero por dentro quería arrancarle la cabeza – que modales los míos, sentaos…
Prue: en verdad las niñas se van que tienen que…
Anna: por favor insisto.
Peyton miro a sus hermanas: puede que un ratito.
Anna: Prue… ¿en que trabajas?
Prue: tengo una tienda de fotografía en el centro. Hago bodas, bautizos, ya sabes.
Anna: fotógrafa eh… es curioso yo creía que trabajabas en un museo… o tienda de subastas – las hermanas se miraron extrañadas, y Prue entre cerró los ojos, había algo allí que no le gustaba. – te abre confundido con otra Prue… Halliwell – Prue y Andy escupieron rápidamente el agua que tenían en la boca. – te iba a preguntar quizás conocías a mi hermana… Hannah Webster.
Prue miro a Andy, las niñas notaban la tensión de la situación, y no entendían porque se habían puesto así, creían que su madre su apellido de soltera era Bennett. ¿Qué era eso de Halliwell?
Peyton: mamá…
Prue: Peyton, llévate a tus hermanas para casa. – Peyton iba a responder, cuando su madre le miro, con los ojos llenos de furia – ahora.
Las chicas se levantaron y se fueron para casa, pero al cerrar la puerta, se quedaron poniendo la oreja.
Anna: que pasa Prue ¿tus hijas no saben lo de San Francisco?
Prue: ¿Qué es lo que quieres? Ya no soy una embrujada
Anna: o vamos Prue… sabes también como yo, nacida embrujada, embrujada siempre…
Las hermanas no entendían lo que decían ¿que era un embrujada?. Prue miraba a la mujer delante de ella, hacia años la hubiera eliminado con un gesto de la mano, pero ahora, no sabia si podría enfrentarse solo a ella. La mujer sonrio, y la miro.
Anna: tus hijas son tan pesadas como tu Prue
Prue : ¿Qué?
La puerta se abrió, y las tres chicas cayeron al suelo. Prue estaba entre una mezcla de enfado y terror, por sus hijas. Anna extendió la mano y una ráfaga de fuego salió de ella, Prue corrió hacia ellas, y con un movimiento de mano el fuego cambio de dirección. Las hermanas estaban alucinando.
Anna: Bruja.
Prue: ¡Puta! – se acerco hacia Anna y empezó a luchar. Sus hijas en la vida habían visto a su madre así, ella que siempre es tan pacifista, tiene unos movimientos de combate muy chungos. – Andy saca de aquí a las niñas. Recuerda el plan.
Andy: vamos niñas.
Peyton: peor mama…
Prue: iros y cuida de tus hermanas. – Prue hizo un gesto con la mano y la puerta se cerró, Peyton empezó a golpear la puerta llamando a su madre, su padre la cogió y la llevo escaleras abajo, y las metió en el coche. Pero Peyton seguía gritando a su madre.
Andy: Peyton. Basta.
Peyton: pero de que hablas? mama se ha quedado sola con una loca que lanza fuego.
Andy: tu madre estará bien. – decía mientras encendía el coche
Peyton: ¿Qué dices?
Patty: ¿papa que ocurre a donde vamos?
Andy: San Francisco.
P.J.: ¿San francisco?
Peyton: ¿a qué vamos a San Francisco?
Andy: chicas hay algo que os hemos ocultado. Mamá y vosotras no sois normales – unas luces bajaron del cielo y entraron en ellas, las niñas le miraron sorprendidas. Andy comenzó a llorar -… Prue…
Patty: ¿papá?
Andy: hijas, vosotras sois brujas al igual que vuestra madre. Provenís de un linaje de brujas muy poderosas, el linaje Warren. Pero vuestra madre os ato los poderes hasta que fuerais adultas. Pero el hechizo se ha roto y esas luces son vuestros poderes. Telequinesis –miro a Peyton – Paralización – dijo mirando por el retrovisor a Patty – y Premonición – P.J. se dio por aludida
Peyton: pero no as respondido a la pregunta
Andy: vamos a ver a las brujas más poderosas de la historia. Las embrujadas. Vuestras tías. Las hermanas de vuestra madre – las hermanas se miraron alucinando.